No es la mejor foto, pero es la única que he hecho, que me he pasado toda la presentación de esos «Crímenes pregonados» escuchando, disfrutando y aprendiendo.
Un rato estupendo con Rebeca Martín y Alfonso.
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Otra de mis películas de monjas favoritas: «Narciso negro», de Michael Powell y Emeric Pressburger. En la imagen, la hermana Ruth, interpretada por Kathleen Byron.

Hoy «La Vanguardia» ha publicado este artículo de Ignacio Martínez de Pisón, en el que está muy presente «Crímenes pregonados», de Rebeca Martín.

Hoy hace 36 años que abrió sus puertas la Librería Anónima, de Huesca. Felicidades a Marta, Ana y Chema, y a toda la parroquia anónima. En la foto, de Javier Velasco, posan en la idiosincrática escalera de la librería.

«Y les dijo: 'Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee'». (Lucas 12, 15).

Escribo en Público sobre true crime, ficciones, responsabilidad y de cómo me quedé sin tele por torpe.
blogs.publico.es/otrasmiradas/8…

Ignacio Martínez de Pisón escribe sobre nuestros «Crímenes pregonados» en «La Vanguardia». ¡Qué emoción! El artículo completo está aquí: lavanguardia.com/opinion/202405…

Pues, a mí, esta película de Coppola me parece que tiene mucho interés.

Es impresionante lo atrevida que es la ignorancia y cómo se ejemplifica en las redes, con diferentes temas: de la historia al cambio climático, geología, astronomía, astrobiología, política... Sueltan lo que hay en sus cabezas y se quedan tan tranquilos, además sentando cátedra

Bueno, qué, ¿ya ha terminado «Megalópolis»?

Os recuerdo que pasado mañana presentaremos «Crímenes pregonados», de Rebeca Martín, en Llibreria Documenta. ¡Qué ganas!

Con Dios.

Muy mala tiene que ser tu situación económica para trabajar para alguien así.

Cambiar el hipocausto de casa: uno de los mayores dramas de la economía doméstica.

Mi guía para transitar por esta red social. La sigo a rajatabla.

La banca «online» y el autoservicio en las gasolineras. Les hacemos nosotros el trabajo.

Qué pertinente ya solo la introducción en estos días de debate sobre los límites y los excesos del true crime.
Rebeca Martín

Pues eso.

Dicho lo cual, yo abogo por que en lugar de decir «he llevado al perro al veterinario» se diga «he llevado al perro al albéitar».

Dicho lo cual, me encanta que Juan Marsé escribiera «garzos» en lugar de «azules»: «La Jeringa era la sobrina del Cardenal; muchachita seria, de quince años, pálida, silenciosa, reservada, de ojos garzos y cabellos de un rubio sucio, sin luz».